Al informarte sobre las pólizas de seguro de salud, es posible que te hayas preguntado qué incluye exactamente un chequeo rutinario y si puede estar cubierto o no. Debido a que la cobertura de este tipo de chequeos puede ser confusa, vamos a despejar tus dudas.
¿Qué es un chequeo rutinario?
Un chequeo rutinario se refiere específicamente a la atención preventiva: una consulta médica destinada exclusivamente a prevenir problemas de salud, en la que no hay síntomas específicos presentes.
Ejemplo: acudes a tu revisión dental anual sin presentar ningún síntoma, pero el dentista realiza una evaluación para asegurarse de que todo está en orden, esto se clasifica como un chequeo rutinario o preventivo.
¿Qué no es un chequeo rutinario?
Un chequeo rutinario no incluye consultas motivadas por problemas o síntomas específicos. Si visitas a un profesional médico para tratar o evaluar una dolencia concreta, no se considera una atención preventiva, sino un tratamiento o diagnóstico.
Ejemplo: si sientes dolor en el codo y decides acudir al médico para que analice la causa del dolor, esta consulta no se clasificaría como un chequeo rutinario, ya que existe una afección o síntoma específico que requiere atención.
¿Están cubiertos los chequeos rutinarios en mi seguro médico?
En general, las revisiones rutinarias y cualquier enfermedad que pueda descubrirse como resultado de una revisión rutinaria no están cubiertas.
Sin embargo, como excepción, si te quedas embarazada después del inicio de tu seguro médico, los costes de los exámenes prenatales rutinarios estarán cubiertos después de que hayas estado en el plan durante al menos 6 meses.
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